Del análisis de materialidad a la medición de impacto
Según la ISO 2600 la Responsabilidad Social (RS) es la responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y el medio ambiente mediante un comportamiento ético y transparente que:
- contribuya al desarrollo sostenible, incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad;
- tome en consideración las expectativas de sus partes interesadas;
- cumpla con la legislación aplicable y sea coherente con la normativa internacional de comportamiento ; y
- esté integrada en toda la organización y se lleve a la práctica en sus relaciones dentro de su esfera de influencia. (Iso 26000)
Para facilitar el considerar las expectativas de los stakeholders (grupos de interés), se utiliza el análisis de materialidad como una metodología que permite:
- identificar los impactos económicos, ambientales y sociales significativos de la organización.
- detectar de qué manera influyen estos impactos en las evaluaciones y decisiones de los grupos de interés (Global Reporting Initiative GRI).
Del cruce entre el punto 1 y el 2, surgen los asuntos materiales para la organización, o en pocas palabras: Los factores más relevantes en que la organización debe enfocarse para lograr la sostenibilidad.
Con el análisis de materialidad las empresas pueden identificar los asuntos a informar, de manera que sea igualmente relevante para sus accionistas.
Medición de impacto vs otros tipos de medición:
La medición es una tarea fundamental para conocer el grado de cumplimiento de los objetivos organizacionales. Lo que no se mide, no se sabe. El tema es ¿qué estamos midiendo? Podemos medir resultados, gestión, efecto, desempeño y finalmente, impacto.
La medición de impacto es la identificación sistemática de los efectos de tu programa/acciones sobre los beneficiarios, específicamente, los efectos cuantitativos que se le pueden atribuir exclusivamente a esa intervención (Banco Mundial (2017))
Pero ¿para qué medimos? no solo para saber si estamos cerca de los objetivos, sino que, empresarialmente hablando, nos debemos a los stakeholders: accionistas, colaboradores, comunidad sociedad, entre otros, por lo que los informes y reportes que resultan de esta medición, aportan transparencia, refuerzan la reputación y generan atractivo para inversionistas.
Si tenemos claro por el análisis de materialidad qué es relevante para la empresa y para los stakeholders, debemos poder reportar no sólo la gestión sino la transformación, y para eso, se requiere medir el impacto.
Medir impacto permite:
- Entender y comunicar cuantitativamente cómo estamos transformando con nuestra intervención.
- Saber si el programa es costo-efectivo en comparación con otras opciones
- Captar inversiones
- Aumentar la capacidad e influencia de la organización en políticas públicas, especialmente cuando se unen las empresas por sectores.
- Saber si los resultados son los materiales para los stakeholders (cuando desarrollamos la cadena causal del proyecto con la Teoría del Cambio)
- Ser más estratégicos en la intervención.
Una empresa que ha llevado su Responsabilidad Social y Sostenibilidad hasta el nivel de madurez de tener el análisis de materialidad, no puede seguir reportando únicamente gestión y resultados. Debe ser capaz de comunicar de manera transparente las transformaciones que está logrando en las personas con sus programas.
Por:
Iviett Serrano, Directora y Estratega de Impacto