¿Cómo monetizar el impacto social de un programa?

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En términos sencillos, la del Impacto Múltiple del Dinero (IMM, por sus siglas en inglés), es una metodología utilizada para aplicar elementos de evaluación rigurosa de proyectos financieros, al área de evaluación de impacto social y ambiental. 

Para entenderla mejor, debemos remitirnos al concepto de inversiones de impacto que son aquellas en las que los tenedores de fondos no buscan solamente rentabilidad, o tiempo de retorno del capital, sino que esperan además, generar un impacto positivo en términos ambientales o sociales. 

La Encuesta Anual de Inversionistas de Impacto publicada por el Global Impact Investing Network (GIIN) en el 2018, consultó a 229 organizaciones dedicadas a la inversión de impacto en el mundo, y encontró que manejan un total de activos de inversión de impacto cercano a los USD 228 mil millones, en su conjunto. Y apuntan a alcanzar los USD 2 billones en el 2025.Esto significa que la inversión de impacto es un mercado importante y creciente en los mercados financieros. 

Sin embargo, en el campo de la inversión basada en impacto, no existe un único método para definir ese impacto positivo, lo cual ha dado lugar a una variedad de métricas (o a la ausencia de ellas) generando el riesgo de que un proyecto sea catalogado como “lavado de impacto”.

El “lavado de impacto” ocurre cuando no existe evidencia para afirmar que un proyecto posea un impacto positivo significativo sobre la población objetivo, pero igual usa la etiqueta del impacto social para atraer capital de inversionistas de impacto. 

Del Retorno de la Inversión Social (SROI) al Impacto Múltiple del Dinero (IMM)

Aun cuando no hay consenso sobre el método para calcular el impacto de una inversión social, uno de los métodos más utilizados es el Retorno de la Inversión Social (SROI). 

Este método consiste en estimar una proporción entre los beneficios atribuibles de forma directa e indirecta a un proyecto y la inversión en capital requerida para llevarlo a cabo. 

Una de las grandes ventajas de hacer uso de esta metodología es que permite estandarizar en términos monetarios, los beneficios y externalidades generadas por un proyecto dirigido a una población objetivo comparando contra los costos de capital. 

Para tener una mayor claridad, supongamos que el SROI de un proyecto destinado a reducir la desnutrición infantil en una ciudad de México es de 2.5X. Esto significa que por cada USD 1 invertido en el programa, se retornan en términos de beneficios sociales, USD 2.5. 

El método SROI ha ganado gran popularidad desde la década de los noventa cuando fue implementado y refinado por la firma REDF. Entre las razones por las cuales suele utilizarse podríamos mencionar: 

  • Permite mejorar la transparencia en las inversiones, reduciendo la probabilidad de “lavado de impacto”. 
  • Puede ser utilizado como una herramienta para la mejora en la asignación de recursos, pues permite identificar beneficios de proyectos en función de sus costos de inversión. 
  • Permite a los emprendedores y directores de estos proyectos comunicar los beneficios y generar mayor atracción de capital. 

En enero del año 2019, el Harvard Business Review publica un artículo titulado “Calculando el valor de la Inversión basada en Impacto” donde cuatro autores presentan una metodología denominada Impacto Múltiple del Dinero (IMM)

Esta metodología fue desarrollada por The Rise Fund, un fondo de inversión basada en impacto de USD 2 mil millones manejado por TPG Growth, y el Grupo Bridgespan y tiene como fin último traer elementos de evaluación rigurosa de proyectos financieros al área de evaluación de impacto social y ambiental. 

Para ello, el IMM busca estimar el retorno en términos ambientales o sociales de una inversión financiera en un programa determinado, antes de que se realice la inversión en capital. 

Esta metodología IMM se encuentra basada en los principios del SROI, pero se diferencia de éste porque permite incorporar revisión de literatura académica rigurosa, en la evaluación de impactos positivos de la propuesta de valor de los negocios. 

Uno de los propósitos de quienes plantean la IMM, es estandarizar una metodología basada en evidencia robusta sobre evaluación de impacto y análisis costo beneficio, para estimar el valor económico de los impactos sociales, luego de corregir por riesgos y estimar la duración del impacto. 

¿Cómo se aplica el método del Impacto Múltiple del Dinero (IMM)?

A continuación, intentaré resumir los pasos que deben seguirse para implementar la metodología IMM: 

  1. Medir la relevancia y alcance:

    El primer paso consiste en hacer una evaluación cualitativa para entender el alcance del proyecto en términos de población objetivo y efecto del impacto esperado. 
  2. Identificar resultados basados en impacto:

    El segundo paso consiste en una revisión de literatura con el objetivo de seleccionar artículos científicos que identifiquen impactos positivos de programas similares. Si se hace uso de métodos experimentales esta etapa goza de mayor robustez. 
  3. Traducir los resultados del programa en términos económicos:

    El tercer paso consiste en seleccionar un “estudio ancla” que traduzca los resultados de la etapa anterior en términos monetarios, por ejemplo, en incrementos en beneficios o reducción de costos a nivel social.  
  4. Ajustar por riesgos:

    El cuarto paso consiste en ponderar los resultados anteriores por posibles riesgos de que no ocurran los impactos esperados. En esta etapa se analizan aspectos como similitud del programa a evaluar respecto al estudio ancla, si es rural o urbano, si pertenece al mismo grupo de países en términos de ingresos, entre otros aspectos. 
  5. Estimar el valor terminal:

    En el quinto paso se desea estimar una tasa de descuento para el programa en cuestión basado en cuánto se espera que perduren los impactos sobre la población. Seguidamente se procede a descontar los beneficios del programa haciendo uso de esta tasa de descuento. 
  6. Calcular el retorno de la inversión:

    El último paso consiste en estimar el IMM dividiendo el valor terminal del proyecto entre la inversión de capital. 

Un aspecto importante que los autores resaltan es que el resultado de aplicar esta metodología no debe ser interpretado como un único y rígido valor. Por el contrario, dependiendo del estudio ancla seleccionado, es posible que la proporción del IMM varíe.

Sin embargo, lo relevante es entender que el IMM busca ser un insumo para que los inversionistas sociales puedan estimar retornos potenciales de la inversión, antes de colocar sus fondos. 

Finalmente, debo decir que la metodología del IMM presenta objeciones y limitaciones. Por ejemplo, uno de los pioneros del método del SROI, el director de la empresa REDF Jed Emerson, argumenta que seguir una metodología como el IMM puede acabar por sesgar las asignaciones de capital hacia proyectos que priorizan impacto social sobre retornos financieros para los inversionistas. 

Por otro lado, Abhilash Mudaliar, director del GIIN, indicó a través de un tweet que la metodología IMM se encontraba basada en muchos supuestos, aunque reconoce que una situación similar ocurre en la proyección de estados financieros. 

En definitiva, el IMM es un nuevo intento por estandarizar una métrica que ayude a los inversionistas a estimar impactos potenciales a partir de elementos basados en datos y de revisiones cualitativas.

Aunque en esencia, el IMM toma elementos de metodologías ya implementadas en la inversión basada en impacto, agrega valor pues permite integrar elementos de evaluación de impacto rigurosa al proceso de asignación de recursos financieros con retorno para los inversionistas. 

Aunque el éxito de la implementación de esta metodología podrá ser validado con la experiencia, es posible afirmar que es un paso hacia adelante para avanzar en el proceso de medición de proyectos de inversión basados en impacto. 

Fuentes consultadas

  1. Addy Chris and others (2019). Calculating the value of impact investing. Recuperado de: www.hbr.org
  2. Global Impact Investing Network (2018). Annual Impact Investor Survey 2018. Recuperado de: www.thegiin.org
  3. Stang, Silvia (2017). Para qué se usa el dinero: llega la inversión con impacto social. Recuperado de: www.lanacion.com.ar