En un post anterior te contamos sobre cómo elaborar un reporte de impacto. Pero como habrás comprobado, ese reporte por sí solo no alcanza el objetivo que deseas: divulgar tu impacto y potenciarlo. Para eso, debes apoyarte en una estrategia comunicacional que garantice que el mensaje llegue cómo y a dónde debe.
Esto significa por un lado, que debes seleccionar y organizar la información del reporte de impacto, de forma adecuada a las características de tu audiencia; y por otro, generar una campaña de difusión de esos datos, adecuada a los canales o medios de comunicación que utilizan tus audiencias.
Aunque suene trillado, hay que repetir esta gran verdad: lo que no se comunica, no existe. Es imperativo divulgar el resultado de la medición de los proyectos sociales, porque solo con eso lograrás informar e inspirar a otros para que se sumen a tu causa o para que emprendan una que la potencie o la complemente.
En el cuaderno de RSC y cultura corporativa de la Cátedra CaixaBank de responsabilidad social corporativa de IESE, se indica que menos de la mitad de las compañías de la lista Fortune 500 en el año 1977, mencionaban la RSC en sus informes anuales.
Sin embargo, y por fortuna, hoy son más las organizaciones que se esmeran por difundir el resultado de sus esfuerzos en el ámbito social, no solo contando lo que hacen sino ya ofreciendo datos sobre el impacto que generan como puede verse en estos casos de estudio publicados por Business Call To Action.
Nos gustaría sugerirte algunos tips que consideramos necesarios para emprender la tarea de comunicar tu impacto social:
Intenta alternar entre imágenes y texto, para que la lectura no resulte pesada. Es necesario que esas imágenes sean ilustrativas sobre los resultados, pero tampoco se trata de llenar las páginas de gráficos sino que conviene ilustrar con fotos.
En los casos en los que corresponda poner gráficos, evita abusar del uso de colores y formas diferentes y en el análisis respectivo, intenta dejar totalmente claro el significado de cada signo y cada dato que incluyas.
Cuando se reporta impacto, existe la tentación de abundar en términos técnicos sobre la metodología o muy vinculados con el problema social que se está atendiendo, pero lo ideal es usarlos lo menos posible, a menos que el público destino lo amerite.
El objetivo no es sonar culto, sino comunicar claramente los resultados de la medición de impacto.
Las historias humanas son poderosas así que inclúyelas en tu reporte. Aun cuando tu reporte de impacto es una herramienta para respaldar con datos cuantitativos el resultado de tu trabajo, siempre es bueno contar la historia detrás de esos números.
No se trata de llenar las páginas con testimonios y anécdotas, se trata de hacer explícito en tu mensaje, el componente humano que tiene implícito.
El formato de esta historia, dependerá del soporte que utilices para la distribución del reporte, pero la evidencia indica que un video siempre será la mejor opción.
Aunque te sientas tentado a tapizar el reporte con fotos de los directivos, esas imágenes no comunicarán el verdadero núcleo de tu programa. Nada como ver a las personas “con las manos en la masa”, para entender en qué consiste el programa.
Esas imágenes deben estar cuidadas; tratar de usar primeros planos, intentar captar la imagen completa (nada de cortar cabezas), espacios reales, etc. Todo cuanto transmita la esencia del día a día del programa.
En tu medición de impacto descubrirás muchos datos importantes para el programa y para la organización, pero siempre habrá alguno que resulte más valioso por referirse al indicador más crítico dentro del proyecto o por destacar el impacto más profundo del mismo.
En ese caso, es el tipo de dato, de número, que debes poner en negritas y en letras capitales cuando hables de resultados. No lo dejes al azar o al interés acucioso de tu lector. Destácalo.
Eso sí, cuando lo hagas, trata de deshacerte de los decimales. A menos que esos decimales de verdad signifiquen una diferencia importante dentro de los resultados, es mejor darle espacio a números enteros.
Como si del lanzamiento de un nuevo producto se tratase, deberás prever la forma en la que tus distintas audiencias se enterarán de la existencia de ese reporte.
Piensa en los canales más utilizados por ellos y allí, inserta los datos de tu reporte que podrían interesarles en un formato que puedan “consumir” fácilmente.
Tal como decíamos al principio, se trata de no dejar al azar la divulgación de datos que suman a tu credibilidad y que pueden significar la continuidad de ese programa social que está generando impacto en una comunidad determinada.
Esta pregunta tiene una respuesta afirmativa en varios niveles porque al comunicar tu impacto, pones en manos de tus audiencias los datos que necesitan y merecen para saber si el programa social que los vincula, está cumpliendo el objetivo propuesto.
Asimismo, ingresas a la lista de candidatos de aquellos inversionistas sociales, empresas, gobiernos u organismos multilaterales que buscan financiar proyectos con impacto comprobado.
Posicionas la marca como una responsable con su entorno y eso significa, en nuestros tiempos, atracción de voluntarios, de talento y de clientes.
Por otra parte, dejas evidencia científica de tu contribución en la solución de un problema social. Este aporte puede, incluso, generar mayores beneficios si llega a convertirse en un antecedente de futuros programas que profundicen ese impacto.
En resumen, reportar correctamente tu impacto social, necesariamente implica comunicar estratégicamente ese impacto.